Durante los días próximos a su salida a bolsa, y desde que se diera a conocer a nivel mundial como una de las empresas más grandes del momento, Alibaba ha sido protagonista en numerosas noticias. El mercado del e-commerce está en auge, y cada vez son más los asiduos a las compras por internet, ya no a empresas nacionales sino a todas partes del mundo.
Alibaba ha sido uno de los instrumentos que más ha ayudado a este impulso, y que finalmente acabó con su salida a bolsa, pero parece que estas últimas semanas no ha sido del todo favorable. A lo largo del mes de octubre, tuvo una subida espectacular llegando al máximo de cotización, pero desde el mes siguiente lo que es espectacular es la progresiva caída hasta niveles de finales de septiembre, unos 90 dólares, que distan mucho de los 120 dólares de hace semanas.
El motivo es concretamente «la rama comunista». Una de las características de las empresas chinas, es la defensa de los intereses chinos allá donde vaya. Como sabemos muchos países como EEUU, no ponen trabas a la implantación de empresas internacionales en su país, al contrario que los chinos, que imponen sus criterios de forma generalizada. Independientemente de esto (pero sin olvidarlo), han salido recientemente unos informes que relacionan a Alibaba con actividades ilegales. Ya sabemos que los inversores y su confianza no perdona. Además, estos informes desaparecieron misteriosamente del sitio web de la agencia que lo publicó.
Básicamente, se podían leer investigaciones recientes sobre los comerciantes de la compañía, entre los que se encontrarían bienes falsificados e ilegales. Pero también se ha sabido que Alibaba mantuvo reuniones con gobiernos chinos sobre cómo llevar su salida a bolsa. Un reunión confidencial para no influir en la visión sobre Alibaba.
Según fuentes de Alibaba, estos problemas de falsificación o ilegalidad ya fueron resueltos hace tiempo, y la reunión era un trámite habitual. Aún así, las consecuencias son innegables.
