Según un informe publicado hoy por el Servicio de Estudios de BME (Bolsas y Mercados Españoles), que analiza el rendimiento de las acciones cotizadas en la Bolsa española durante los últimos 30 años, el índice de rentabilidad de la bolsa se multiplica por 100 en 30 años y rinde casi 5 puntos más por año que en Deuda Pública a largo.
Este informe demuestra que una inversión de 100 euros en el Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 9.254 euros entre enero de 1980 y junio de 2010, lo que equivale a un rendimiento anual del 16%.
Este trabajo se ha realizado con el objetivo de aportar argumentos en tres aspectos:
1. La confirmación del rendimiento positivo de la inversión en Bolsa y deuda a largo plazo
2. La favorable protección contra la inflación que este comportamiento supone
3. La medición histórica de la prima de riesgo en el mercado bursátil español.
El informe destaca que la inversión en Bolsa a largo plazo siempre es rentable en términos corrientes cuando se mantiene la inversión en una cartera diversificada como el índice más de seis años. El estudio de la inversión en Bolsa de todos los sub-períodos de más de un año y hasta 30 también es frecuentemente positivo, ya que de los 62.300 períodos de inversión analizados, sólo en un 4,6% de los casos el resultado fue negativo. Es decir, en 60.000 ocasiones se hubiese obtenido un rendimiento positivo.
Asimismo, la inversión en Bolsa a largo plazo protege de la inflación. Esta idea se ha contrastado deflactando el índice Total para obtener tasas de rendimiento en términos reales, donde el resultado es que la inversión en Bolsa también protege el capital contra la pérdida de valor del dinero a causa de la inflación.
Por otro lado, este trabajo también ha estudiado la prima de riesgo histórica en el mercado bursátil español, un concepto que mide la diferencia a largo plazo entre el rendimiento de la inversión en Bolsa y el obtenido en un activo conectado a una aproximación del tipo de interés sin riesgo.
En el período más largo que contempla el estudio, la rentabilidad de la inversión en acciones ha superado en 4,78 puntos de rentabilidad anual acumulativa a la inversión en renta fija a largo plazo, por lo que ese valor es, a 30 de junio, la prima de riesgo histórica en España:
• Un bono de Deuda a 10 años con valor de 100 euros en enero de 1980 se habría convertido en 2.576 euros en junio de 2010. Esto equivale a un rendimiento anual del 11,2%. En este caso también el largo plazo es beneficioso.
• Un análisis más detallado muestra que en todos los períodos de inversión posibles superiores a 10 años la prima de riesgo entre la Bolsa y la Deuda a largo se sitúa entre 4 y 6 puntos de rendimiento adicional para la Renta Variable.
En conclusión, los datos aportados subrayan que el transcurso del tiempo es un aliado brillante para la inversión en los activos analizados y confirma que la rentabilidad a largo plazo de una cartera diversificada de Renta Variable compensa el riesgo asumido. Los resultados potencian, además, las virtudes de los ETFs, fondos cotizados que replican índices bursátiles, como instrumento de inversión sencillo y que aporta exposición diversificada.