El Gobierno de Mariano Rajoy hará oídos sordos a la recomendación de Bruselas de rebajar las cotizaciones sociales de las empresas compensando la pérdida con una subida del IVA, según ha afirmado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
El impuesto sobre el valor añadido, como se recordará, se ha incrementado en un 6% en su tipo general desde el año 2010, experimentando dos subidas de tres puntos cada una, la primera de ellas hace cuatro años con el Gobierno de Zapatero y la última, en 2012, con el Partido Popular en el poder.
De Guindos dice ahora que el IVA en España está absolutamente homologado y es homogéneo al del resto de Europa y que, por lo tanto, no está previsto que el Ejecutivo aplique ningún aumento susceptible a esta tasa, ya que acaba de aprobarse una tarifa plana que, según el ministro, supone una bajada de cotizaciones y constituye una medida muy importante para el Gobierno de cara a reducir el coste del trabajo para los empresarios y, por lo tanto, incentivar la contratación.
No obstante, el ministro afirmó que sí se está considerando en otros aspectos la recomendación de la Comisión Europea, que en aras de fomentar la creación de empleo y de mejorar la competitividad también apuntaba a la compensación de la rebaja en las cotizaciones sociales de los empresarios con un aumento de los impuestos medioambientales o de los gravámenes recurrentes sobre la propiedad, además del mencionado aumento en el IVA.
La Comisión Europea cree que, de aplicarse una reducción a la contribución de los empresarios de forma selectiva, se lograría disminuir la tasa de paro. En concreto, el informe de la Comisión estima que, si se recortan en seis puntos las cotizaciones de forma general y se aumentara el IVA hasta el 25%, se lograría reducir la tasa de paro en un 1%, mientras que, si la rebaja se hiciera de forma selectiva, para obtener la misma caída en el porcentaje de desempleados bastaría con un aumento del 1,2% del IVA y un descenso de 7 puntos en las cotizaciones.
