Los CFD son un producto financiero derivado, complejo y que, aunque puede ofrecer una muy buena rentabilidad, también puede proporcionar graves pérdidas a los inversores. La elección de un buen broker es un aspecto fundamental a la hora de plantearse invertir en contratos por diferencia.
Sin embargo, con un mercado completamente saturado de oferta de plataformas de trading, a veces resulta complicado poder establecer dónde y cómo realizar las operaciones.
Vamos a tratar de proporcionar algunas claves importantes en esta selección y cómo valorar la propuesta de un buen broker de CFD.
¿Qué es un broker de CFD?
Como su propio nombre indica se trata de una plataforma de negociación de productos financieros derivados que permite, precisamente, abrir y cerrar operaciones de contratos por diferencia.
Recordamos que un contrato por diferencia nunca invierte sobre un activo de manera directa, sino que lo hace utilizando el activo de forma subyacente para establecer una operación de compra o de venta en función de si se piensa que el activo va a subir o bajar de valor en el mercado.
Por tanto, es necesaria la presencia de un broker que acepta la apertura de este contrato y con el que se realiza la transacción. Es verdad que existen diferentes tipos de operativas en los broker ya que algunos sólo sirven de intermediarios, pero este es otro aspecto diferente al que deseamos tratar en este artículo.
Hay que tener cuidado, hay una tendencia a pensar que porque un broker sólo se dedica a los contratos por diferencia puede ser mejor que otro que ofrece múltiples productos, y esto, no sólo nos verdad, sino que en algunos casos es exactamente lo contrario.
¿Cómo seleccionar un buen broker de CFD?
En primer lugar, debe ser una plataforma que ofrezca este producto financiero. Esto puede parecer una tontería, pero realmente no lo es: existen muchas plataformas de negociación que ofrecen otro tipo de productos, por lo que es verdaderamente importante, en primer lugar, contrastar que nos ofrecen contratos por diferencia y no otras herramientas o productos derivados.
El siguiente paso sería la elección de plataformas que estén reguladas. La regulación, dependiendo de los países sometida a diferentes organismos como puede ser la CNMV en España o la FCA en Reino Unido o la SEC en Estados Unidos, lo que da es la garantía de que las plataformas tienen obligatoriamente que cumplir con las correspondientes legislaciones vigentes en materia de comercialización de productos financieros.
Es decir, la regulación nos garantiza estar ante plataformas legítimas. Esto no es una garantía absoluta de que no pueda quebrar o incluso de que no puedan surgir problemas, pero, desde luego, es un elemento de barrera ya que una plataforma no regulada asume muchos más riesgos que una que si lo está.
El siguiente aspecto a tener en cuenta será la cantidad de CFD que se nos propone junto a los activos subyacentes sobre los que negociar. Este aspecto es importante ya que no todas las plataformas ofrecen un gran volumen de activos subyacentes.
Por supuesto, el tercer aspecto, muy relevante, es la exigencia de depósito mínimo y el volumen mínimo de operación. Hay que tener en cuenta que existen plataformas muy interesantes pero que exigen un volumen mínimo de operación elevado o un depósito mínimo muy elevado.
Por último, es necesario valorar el volumen de herramientas informativas y de apoyo al inversor que nos proporciona la plataforma donde vamos a operar. No todas las plataformas ofrecen lo mismo, y en este sentido resulta especialmente bueno elegir aquellas con mayores niveles de tutoriales, cursos, y herramientas gratuitas que nos ayuden a entender mejor la complejidad de este tipo de operativas.