A lo largo de nuestra vida, iremos cambiando nuestros objetivos, además de nuestra forma de hacer las cosas. Al igual que en las finanzas, conforme van pasando los años, y se adquiere más experiencia, se va cambiando el perfil inversor, aunque esto no cierto al 100%. Cuando se es más joven, el riesgo que se asume no es muy alto, por miedo a no hacerlo de forma adecuada, y se irá evolucionando según adquiramos esa experiencia. Por este motivo, hay muchos perfiles de inversión, entre los que destacamos el «Business Angel».
Durante estos últimos años, muchos emprendedores, se han lanzado al mundo de los negocios, con grandes ideas aunque poca inversión. Y aquí es donde entran los Angel investors, que suelen aportar cantidades no muy elevadas a startups, o empresas de reciente creación, para que puedan comenzar con su actividad, y crecer poco a poco. Estos inversores, utilizan su propio dinero, es decir su patrimonio, y son personas individuales, no empresas. Su objetivo no es aceres ricos o ganar dinero, invierten porque les gusta ese proyecto, y quieren formar parte de el.
1. Invertir dinero a la primera de cambio
Es muy habitual que este tipo de inversores no tomen mucho tiempo en conocer de qué va la empresa en cuestión, y cual es su plan de negocio. Es importante conocer todo lo que rodea a la empresa, al mercado, etc, y elaborar un proceso de investigación propio, con los pros y los contras, y con los inconvenientes u obstáculos que pueden surgir.
2. No crecerá de un año para otro
Otra de las ideas que tienen este tipo de inversores, es que las empresas en las que invierten despegarán al cabo de pocos meses. Nada más lejos de la realidad. Sí es cierto, que algunos tienen la suerte de salir pronto después de ponerse en marcha, pero las cosas suelen tardar mucho más tiempo , con un promedio de 6,5 años. Los inversores deben siempre tener en cuenta el largo plazo.
3. Diversificación
La diversificación minimiza el riesgo y maximiza los retornos, es decir el beneficio. Pero debido a que estas nuevas empresas tienen un riesgo mayor que las empresas que cotizan en bolsa, requieren un mayor nivel de diversificación. No es raro que los «business angels» tengan carteras de 15-25 empresas diferentes.
La inversión es un proceso, y hay un montón de recursos para nuevos inversores de este tipo para ayudar a garantizar el éxito y tener una curva de aprendizaje rápido.