Todos sabemos que los psicólogos o psicoanalistas, pueden averiguar determinadas cualidades o características de las personas. Son muchas las frases o acciones que nos delatan , y que ayudan a saber al otro algo más sobre nosotros.
Los movimientos constantes con las manos, indican nerviosismo o inseguridad, no mirar a los ojos, o simplemente contestar con evasivas o titubeando, son algunas de las «nociones básicas» para saber sobre el otro. Y hay veces que son cruciales para algunas profesiones. Por ejemplo, en el mundo de las finanzas, puede ser bastante provechosa esa situación.
Generalmente, los que son buenos en las inversiones, no dicen sus «trucos», al igual que los que pierden siempre, que afirman la mayoría de las veces que «no fue tan mal», cuando en realidad fue «peor». Ante estas situaciones, es habitual encontrar frases o movimientos que nos indiquen en qué condición se encuentra esa persona frente a por mercados y a la inversión. A continuación vamos a ver algunas de las frases que no dirán.
1. No tengo suficiente dinero para salvar esta operación
En este apartado es donde entra el ahorro. El ahorro es un hábito, y todos podemos ahorrar a lo largo del mes. Unos más y otros menos, pero siempre se puede hacer. Un estudio afirma que en el caso de los estadounidenses, tienen como media 12.000 dólares anuales para ahorrar. Por tanto, los que se dedican a la inversión, a no ser que sea una operación realmente arriesgada y la perdida sea muy alta, siempre tendrán algo para hacer frente.
2. Invertir es complicado en este caso
Los inversores que ganan dinero habitualmente, jamás dirán esta frase. A lo largo de su vida y de sus operaciones, aprenden sobre multitud de cosas y situaciones, y la mayoría de ellos tienen conocimientos para poder poner en práctica. Aunque ya sabemos que el mercado no siempre hace lo que nos gustaría, sí que es posible averiguar al menos, cuál será si dirección, y sobre todo estos profesionales que al final se convierten en asesores. La inversión no es difícil, sólo se necesita trabajo y esfuerzo.
3. ¿Disfrutar ahora o ahorrar para el futuro?
Es habitual, que los buenos inversores, destinen una parte de sus ahorros para la jubilación, y otra parte a darse los caprichos mensuales o a pagar todo lo que necesiten para mantener su nivel de vida. Además es aconsejable no elegir entre estas dos cosas, y buscar siempre un término medio, que nos ayude a buscar un equilibrio. Por supuesto que hay que guardar el dinero para el futuro, pero es necesario disfrutar.
4. Si yo tuviera…sería felíz
El dinero puede comprar muchas cosas, y muchas veces es sustituto de la felicidad. Todos sabemos que el dinero «sí da la felicidad». Y esto es así. Con el dinero podemos comprar nuestra casa, pagar las facturas y comprar alimentos, esto también es felicidad, ya que sin esto no seríamos felices. Lo que pasa es que hay un error de conceptos y de visiones. Todos aquellos que son realmente buenos con las inversiones, saben que aunque tengan ese coche que tanto desean, o unas vacaciones de 3 meses, no van a ser felices de por vida. Esa felicidad hay que ganarla día a día.
5. No me lo puedo permitir
La riqueza es un bien finito. Es decir que siempre tiene un fin, aunque una persona sea multimillonaria y necesitase derrochar cada día miles de euros, llegaría el día en el que se acabaría todo. Esto quiere decir, que la vida es una continua toma de decisiones, y todos aquellos que tienen dinero, y no se puedan permitir «una mansión», o aquellos que no se puedan permitir «un coche nuevo», tienen que tomar decisiones sobre su vida financiera.
Pero la clave es no pensar en lo que no se puede pagar, sino el que quieres pagar. Solo en ese caso tomarás las decisiones adecuadas, y puede que te tengas que comprar una mansión con 8 habitaciones menos, o quizás un coche algo más asequible, pero siempre será alcanzable.
Fuente: wisebread
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